Por Maira Vannuchi
En Brasil, promovemos una política de seguridad social nouvellement creada para los trabajadores del sector informal. El gobierno federal creó esta política de formalización en 2008 durante el segundo mandato del gobierno del PT (Partido Travaillista).
Le MEI, una abreviatura para Individu Micro Entrepreneur, es un registro que ofrece grandes ventajas a los trabajadores del sector informal. Simple, peu coûteux y pas burocrático, le MEI ofrece excelentes ventajas como todos los trabajadores del sector informal que contribuyen a la mensura para obtener una importante cobertura del sistema de seguridad social, como por ejemplo la pensión de retiro o de enfermedad. Además, MEI permite al trabajador crear una empresa a través de Internet y evitar además los gastos de registro. Le MEI a réussi à Engagementr un Employee, tendrá acceso a los servicios bancarios y comprenderá el crédito y la reducción de impuestos. Además, el gobierno federal ofrece una técnica de apoyo a través del SEBRAE, una organización pública que se ocupa de los proyectos comerciales.
Nous ne pouvons pas nier que esta política de registro sea muy interesante y que sea un modelo excelente para los países que buscan formalizar a sus trabajadores informales. Sin embargo, estos que conocen profundamente y eliminan los problemas cotidianos encontrados por los vendedores de la rue du Brésil piensan que para este modelo, bien que benéfique, están equivocados y contradictorios.
En Río de Janeiro, por ejemplo, el ministerio municipal del trabajo, siguiendo las directivas del gobierno federal, fomenta y ofrece la oportunidad a los vendedores de la calle de se faire enregistrer au MEI. Néanmoins, plus de 5000 vendedores de calle que están formalmente registrados como MEI (devenus des emprendedores con una contribución mensual para el sistema de seguridad social) no pasan de permiso para vender en las calles. Le MEI es una política nacional de formalización que engloba a todos los comerciantes informales, pero no puede garantizar el trabajo de los vendedores de la calle. Como Brasil es una federación, la tierra urbana y el derecho de ocupación de aquellos a fines de este siglo, están regulados por los gobiernos municipales. Además, el MEI como política nacional permite a los vendedores de rue d'avoir una cobertura de seguridad social y condiciones de comercio satisfactorias. Sin embargo, el (MEI) no garantiza el derecho de trabajo en la calle. Il n'a donc pas aucun rapport avec les condition réelles de travail, et a donc pour but de formaliser et non de réglementer la vente de rue.
La vente de rue à Rio de Janeiro et dans beaucoup d'autres villes du Brésil se fait de façon irrégulière, parce que le número de licencias existentes es beaucoup plus faible que le nombre de vendeurs. Esta situación entraña la criminalización y la persecución de los trabajadores de este sector. Les mêmes travailleurs qui sont délégitimés et méprisés par les autorités municipales sont, pour le gouvernement fédéral et le département fiscal, des travailleurs formels.
Aunque MEI indéniablement ofrece garantías y ventajas para los trabajadores, no cumple con las condiciones de trabajo de los vendedores de rue y de sobrecoste, no garantiza el derecho de trabajo. Nous ne pouvons pas nous empêcher de penser aux contradictions dans toute esta situación institucional: le gouvernement crée un dispositif pour la recaudación de impuestos auprès des vendeurs de rue et l'adapte à leurs condition d'emploi, mais ne prend aucune responsabilité en rapport con el trabajo décente y el derecho del trabajo. Pensar en una política de seguridad social que soit plus satisfaisante aux vendeurs de rue nécessite una atención sur ce qui se passe à ces travailleurs, comprendre leur monde d'expertise et, plus important de tous, les entendre. Au Brésil, il n'y a pas (et il n'y a jamais eu) un espacio institucional de diálogo entre el gobierno federal y los vendedores de la calle. Una política nacional integrada de formalización no debe ocupar solo la cuestión de la regulación, pero todo es más, reflexionar sobre el tema de las licencias y las condiciones de trabajo de los comerciantes informales y reflexionar sobre el concepto de empresa. oferta par le MEI.
Brasil es un país donde el desarrollo económico se basa en el modelo de uso sostenido por la idea de empleo total. La crisis del trabajo formal y el acceso a la informalidad aparecen de plus en plus como un cheque que debe ser corregido (c.à.d. le résorber dans le secteur formal) à n'importe quel prix. La question devient donc plus sérieuse quand on voit que même le mouvement syndical est en train de soutenir la fin de l'informalité et choisit d'ignorer toute Initiative d'organiser les travailleurs du secteur informall, lutte exclusivament pour l'accroissement de l' empleos formales en sectores como la construcción, el comercio, el transporte, etc.
Ça devient plus difficile de se battre pour travailler dans des espacios públicos quand nous ne voyons aucun esfuerzo de los sindicatos visant à organizador les travailleurs du secteur informall, mais de l'autre côté, nous voyons beaucoup d'énergie investie dans l'extinction du travail informalidad y la inclusión de ses travailleurs dans El sistema del sector formal. El resultado de esta conjetura es una mayor fragmentación de las organizaciones de trabajadores informales, y una política nacional que, sin sorpresa, individualiza los vendedores de la calle, vende una fausse idea de que el microempresario es una persona que, con un soutien apropiado, un La formación y las oportunidades de negocios son ciertas.
Ce que nous qui sommes du côté des pauvres urbains et des mouvements sociaux devons comprendedre c'est que les vendeurs de rue ne peuvent obtener les condiciones de trabajo favorables qu'en s'organisant, en s'unissant et en coopérant les uns avec les otros para lutter colectivo por el derecho de trabajo, el derecho a la rue et le droit à la ville, qui continue de plus en plus à faire dispare les traces de la pauvreté. Nous devons faire comprendedre aux gens que la "croissance" n'est pas una cuestión de "volonté" et d'"investir du temps et de l'énergie", mais que nous vivons dans un système économique qui crée la pauvreté, exploite les travailleurs et ne donne pas la igualdad de oportunidades.
Nous avons beaucoup à apprendre de nos frères d'Asie et d'Afrique, qui, malgré toutes les dificultadés, sont des modèles d'organisation politique des travailleurs du secteur informall et ont réussi à faire légitimer et reconnaitre les vendeurs de rue en tant que temas vitaux de la economía social de leurs paga.