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En febrero de 2023, miembros del equipo de StreetNet visitaron nuestra organización afiliada en Francia, Association Amélior, y descubrieron cómo están organizando a los vendedores en París y Marsella.
Fundada en 2012, Amélior representa a los recicladores, recolectores de residuos y vendedores ambulantes de segunda mano en la región metropolitana de París y en Marsella, la segunda ciudad más grande de Francia, situada al sur del país. Sus fundadores son militantes de los derechos de los biffins desde 2008.
Uno de los mercados permanentes operados por la asociación se encuentra en Bobigny, en los suburbios del noreste de París. El mercado donde nos recibió la dirección de Amélior era modesto, alrededor de 30 vendedores estaban operando el día de nuestra visita. Pero Amélior también administra un espacio de mercado más grande, ubicado en el suburbio de Montreuil. Al organizar estos mercados y cobrar una tarifa razonable a los vendedores por instalar sus puestos, Amélior puede garantizar cierta sostenibilidad financiera. Los vendedores que componen el distrito de Amélior se conocen en francés como “biffines” – hablamos un poco sobre esta profesión en este artículoActualmente, Améior cuenta con alrededor de 1000 miembros, de los cuales la mitad son mujeres.
El "biffines” son una figura clave en la economía popular de París. “Sin embargo, debido a las privatizaciones de los espacios y al aumento de la violencia policial”, nos explica Samuel Le Coeur, presidente y fundador de Amélior. “Es cada vez más difícil para las personas que han estado trabajando en”biffines” familias, y tal vez heredaron esta profesión de sus padres, para poder sostener sus actividades. En unos años, la economía popular formada por el comercio informal en París podría desaparecer“La privatización de los mercados significa, por supuesto, que los comerciantes de clase baja no pueden permitirse el lujo de vender locales. Amélior consigue ofrecerles algunos locales a un precio razonable: ésta es una de las actividades principales de la organización. “A principios del siglo XX, había ocho grandes mercados de pulgas en París”, continúa Samuel. “Ahora hay tres, e incluso esos están amenazados”. Además, la relación con las autoridades de la ciudad siempre es complicada, debido a la falta de reconocimiento y la hostilidad general de la fuerza pública. Para las mujeres, la situación puede ser particularmente grave: tienden a vender menos en espacios públicos, temiendo por su seguridad física..
El mercado gestionado por Amélior en Bobigny
En sus 10 años de existencia, Amélior ha conseguido organizar y hacer avanzar las luchas de un número cada vez mayor de vendedores y recicladores de la región de París. Cada miembro de Amélior tiene una tarjeta de miembro especial que incluye reglas que deben respetar en los mercados de Amélior, como el respeto a los demás vendedores. Recientemente, Amélior ha abierto también una sucursal en Marsella, donde cuenta con unos 400 miembros. Después de la visita a París, donde nos reunimos con Samuel y los cofundadores de Amélior, Margarita Teixeira y la Katerina Yarmolyuk-Kroeck se dirigió al sur de Francia para reunirse con el equipo con sede en Marsella.
El equipo de trabajadores asalariados que gestiona la asociación también crece. “Se han incorporado muchos trabajadores a la plantilla”, nos cuenta Samuel. “Son miembros de Amélior que trabajaban como biffines“Ahora forman parte oficialmente del equipo Amélior, a través de un contrato. Existe la posibilidad de obtener una desgravación fiscal al contratar a personas que vienen de condiciones precarias, y esto ha ayudado mucho a la expansión del equipo”.
El mercado gestionado por Amélior en Bobigny
En Marsella, Stéphanie Fernandez Recatala, coordinadora de los vendedores ambulantes, explica: “La mayoría de los vendedores ambulantes de la ciudad proceden del norte de África. También hay inmigrantes del África subsahariana, albaneses y gitanos. Las barreras lingüísticas pueden dificultar que los vendedores ambulantes tengan un sentido de comunidad, aunque a menudo interactúan”.
La cuestión de la solidaridad es central para una asociación como Amélior, que organiza principalmente a trabajadores migrantes y a personas de diferentes orígenes culturales y geográficos. Samuel ilustró también que existe una cuestión de autoidentificación: los trabajadores no siempre están acostumbrados a identificarse como tales, se reconocen más como pequeños comerciantes. No están acostumbrados a la negociación colectiva y a la demanda, ya que no son un sector tradicionalmente sindicalizado. La informalidad es menos común en Europa que en otras partes del mundo, por lo que la conciencia de clase es más difícil de construir. No obstante, Amélior mantiene que la solidaridad, el reconocimiento de los trabajadores y los derechos económicos de los miembros son un pilar central de su estrategia de defensa y de su identidad política. Amélior, por ejemplo, ha participado en la última protesta celebrada en Francia contra el aumento de la edad de jubilación de los trabajadores. Pero las pensiones no son la preocupación central de los vendedores de París, como señaló Alix Lafosse, una empleada de Amélior, en un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. entrevista con el EUObserver. La lucha central es por ser reconocidos como trabajadores, por acceder a los derechos más básicos.
Un vendedor ambulante en Marsella
Otro desafío de la circunscripción de Amélior es la importante presencia de inmigrantes indocumentados. Alrededor del 20% de los miembros son sin papel. Esto significa que tienden a participar menos en actividades y se sienten más expuestos a la amenaza de la deportación. “Algunos vendedores viven en viviendas informales o en casas ocupadas, no tienen papeles y deben pagar cientos de euros al mes para tener un techo”, concluye Stephanie. “Esto muestra el tipo de presión bajo la que viven”.
Las experiencias de Amélior demostrar Las dificultades para organizar a los vendedores ambulantes en Europa, donde siguen siendo tan vulnerables como los trabajadores de la economía informal en otras partes del mundo, pero también nos muestra que es posible y proporciona una hoja de ruta para que los vendedores de otros países puedan actuar para defender sus derechos colectivos.
Registrada como una organización sin fines de lucro en Sudáfrica.
Número de orden público 930030585
Licencia de contenido: CC BY-SA 4.0
Dirección física 45 Claribel Road Windermere Durban 4001, Sudáfrica
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