Por un trabajo digno
Una vez más, celebramos el Día Mundial por el Trabajo Decente este 7 de octubre, enmarcado en una profunda crisis económica y financiera a nivel mundial, que ha servido de pretexto para precarizar aún más las condiciones de trabajo, perder empleos y degradar la vida de millones de personas y empujarlas a la pobreza.
En esta fecha, el movimiento obrero se une, respondiendo al llamamiento que desde hace ocho años viene realizando la Confederación Sindical Internacional (CSI) con un trabajo digno y, esta vez, convencidos de que la manera de orientar la economía y poner a las personas en el centro de las políticas es fortalecer el poder de los trabajadores. Aunando nuestras fuerzas nos uniremos para desterrar las políticas fallidas con las que una y otra vez Europa insiste, como en el caso de España, en más medidas de austeridad, déficit y recortes que recogen los Presupuestos Generales del Estado para 2014.
Sabemos a qué conducirá esto: aumento del desempleo, pobreza y un mayor debilitamiento del Estado de bienestar.
El Gobierno sigue por el camino equivocado. Empobrece aún más a los pensionistas con las últimas propuestas de reforma, así como a los empleados públicos y trabajadores en general, reduciendo aún más los recursos públicos para la educación, para la sanidad, para la investigación y el desarrollo, para la justicia, para la Administración Pública en general, y no incluye una sola medida para fomentar el empleo y el crecimiento económico.
En este día tenemos que alzar la voz, porque cada vez nos quedamos más sin futuro y sólo con el menoscabo de nuestros derechos y libertades. Lo hicieron con la reforma de las relaciones laborales que favoreció el poder corporativo y los abusos y la criminalización de las relaciones laborales, y ahora lo hacen con la reforma del Código Penal que conlleva una mayor represión.
Este tipo de política oculta sus verdaderas intenciones, que no son otras que desmantelar el Estado del bienestar y poner la economía al servicio de unos pocos y no de la mayoría de la sociedad.
Este 7 de octubre reivindicamos el empleo digno y de calidad para todos, un objetivo que sólo es posible con otras políticas, de estímulo de la actividad económica y de la inversión productiva, que presten una atención especial a los jóvenes, hoy condenados a la emigración o a la exclusión social, y a una producción compatible con el mantenimiento de nuestro sistema de protección social.
Tenemos que defender nuestros derechos. Por eso llamamos a todos los trabajadores a participar en las acciones y movilizaciones que se convocan con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente.