La campaña del Nuevo Manifiesto en Togo fue organizada por las dos afiliadas, SYVEMACOT y FAINATRASIT, y fue una oportunidad para que los dirigentes sindicales realizaran un estudio de los mercados en algunas de las zonas más pobres del interior del país. Entre los mercados visitados se encontraban los de Assivito, Attikpodi, Adodessewa, Nukafu, Adidogomoe y Assiyeye. El estudio reveló que los vendedores ambulantes estaban sujetos a tarifas muy exorbitantes y arbitrarias, que oscilaban entre 100 CFA (2 USD) y 1000 CFA (20 USD) por día, y que la estructura de tarifas no era clara ni estaba bien regulada.
Muchos vendedores opinaban que los impuestos no estaban justificados y que había poca inversión pública en el mercado, como servicios básicos como agua potable e instalaciones sanitarias. Muchos también se quejaban de que no les entregaban recibos de los pagos que hacían para que les cobraran más tarde el mismo día. Los vendedores del mercado no consideraban que la administración del mercado fuera receptiva a sus reclamos y no les proporcionaba los servicios más básicos, como un guardia de seguridad para sus productos.
Las dos organizaciones celebraron una conferencia de prensa para explicar los resultados de la encuesta el 29 de febrero de 2012 y pidieron al gobierno que desarrollara una ley sobre la venta urbana con el fin de regular el comercio y gravar a los comerciantes de una manera justa y transparente.
A esta conferencia de prensa le siguió una entrevista televisiva el 7 de marzo en el conocido programa “¿Y si lo discutimos?”. El 9 de marzo, la Delegación para la Organización del Sector Informal de la Presidencia de la República escribió a ambas afiliadas solicitando su interés en discutir más a fondo sus propuestas.