13 Septiembre 2007

Más de 28 vendedores ambulantes pasaron ayer un tiempo en las celdas de la estación central de policía de Johannesburgo, otros fueron agredidos por no hacer nada delictivo excepto vender bocadillos, frutas y refrescos en varias estaciones de tren y en trenes en Gauteng.

Los guardias de seguridad comenzaron a disparar contra los vendedores ambulantes que se resistían y arrestaron a todos los que se consideraba que estaban vendiendo en la estación de Johannesburgo. Tiisetso, un vendedor ambulante que vive en Mapetla Soweto, relata los hechos: "Ayer arrestaron a muchos vendedores ambulantes. Los subieron a camiones".

"¿La seguridad es para proteger a los delincuentes o a los vendedores ambulantes?", pregunta un comerciante. Asegura que, como muchos otros, vende porque tiene hambre. Con lo poco que gana paga su chabola y compra ropa para sus hijos que van a la escuela.

El líder de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Ferrocarriles de Sudáfrica, Augustine Mqaba, dice que "los arrestos y ataques a vendedores ambulantes por parte de los guardias de seguridad privados contratados por la compañía estatal de trenes de pasajeros Metrorail han alcanzado niveles incontrolables".

"Recientemente, SARHA organizó una marcha hasta el gobierno provincial de Gauteng. Más tarde marchamos hasta la oficina del presidente en Pretoria para exigir una moratoria a su continuo acoso y desalojos. A pesar de las negociaciones en curso desde la marcha, la crisis en las estaciones continúa sin cesar porque nos están imponiendo sus propias decisiones", dice Mqaba.

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